sábado, 5 de octubre de 2013

Huele a pan recién hecho


Se ha retirado. Ha dejado de correr cada mañana por las carreteras con su furgoneta llena de barras, panes y tortas, de tomarse el café fuerte en el primer bar en el que descargaba el saco.

Ha dejado de escuchar todos los programas nocturnos en la radio, de dormir a ratos, de saber a qué hora apagan la luz los vecinos de la casa de enfrente, de salir a saludar a los gatos callejeros mientras la masa fermenta. 

Se ha ido a casa después de regalarle a su hijo su mejor legado: el secreto del trabajo sencillo y sosegado, la dureza de las manos tocando la masa por primera vez para hacerla suya y la delicadeza de los dedos acariciándola mientras se airea, hasta convertirla en algo tan suave como la piel de un bebé.
El romance continuo con el fuego, avivándolo cuando es necesario y manteniendo  el rescoldo cuando no queda nada.

Y, aunque ya no está en activo, no puede evitar volver cada noche, entrar despacio en el obrador y respirar profundo para sentir ese olor tan especial que le remueve las entrañas.
Mientras su hijo trabaja, se sienta en el banco de madera y acaricia la pala, separa un poco de la masa indultándola de la máquina y la moldea despacio, acunándola.

El sueño la llama pero ella le roba minutos esperando ese momento único que llega con el alba.

Huele a pan recién hecho, a tradición y futuro. Huele a nostalgia.




17 comentarios:

  1. Con tu permiso la imprimo para enseñársela a alguien muy especial, es increíble como describes lo cotidiano

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    1. Gracias Marimar y, si por favor, imprimelo!. Espero que le guste a esa persona especial ;)

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  2. A pan recién hecho y a tradición, a continuidad. Que suerte poder ver quien hace tu trabajo, y que sea tu hijo, que siga con lo que le has enseñado. Algunas veces la vida es maravillosa, las otras es mejor.

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    1. Si, ojalá sean muchos los que continúen los oficios de sus padres!
      abrazos Ester

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  3. Que buen olor desprende este post! Buen fin de semana.

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    1. Gracias Manuela, me alegro de que haya llegado el olorcito hasta tu casa :-))

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  4. Un precioso homenaje para un trabajo que casi nadie reparamos en él.

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    1. Si, y así nos va ... haciendo subir la producción de pan prefabricado malo, malísimo.
      Habría que hacer campaña para reivindicar estos oficios buenos para todos :)

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  5. El pan de cada día. labrando un posible futuro que tendrá continuidad en su hijo. Fomentemos y cuidemos la tienda de barrio para que esto pueda seguir sucediendo. Oler a tradición, a vecinos, a los tuyos.

    Besos.

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  6. Como me gusta este post..(mi padre era panadero)un beso

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    1. Me alegro Arantxa.
      Es una profesión sacrificada pero muy bonita!

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  7. He llegado a sentir el olor del obrador, del pan recién hecho, de la harina, Y es que la vida cotidiana es... la vida real.

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    1. Y es tan bueno ese olor. Si, solo tenemos que hacer que la vida real nos parezca especial...

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  8. los que vivimos un oficio de este tipo entendemos que la vida es así... y debe ser. Precioso post, gracias

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  9. preciosas palabras y reales como la vida misma, para un trabajo tan duro como el panadero.

    besos

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gracias por participar!