-Ven, tenemos que hablar..
Se lo dice un hermano al otro, con el rostro serio, -toda la seriedad que permiten ocho años de vida-
El segundo le mira con ojos pícaros, con toda la picardía que puede tenerse con once años recién estrenados. Los dos se miran sabiendo que su conversación será única.
Se alejan por el pasillo y la madre les observa con una sonrisa que la ilumina y pide un deseo: que sigan hablando y compartiendo durante todos los años de una larga vida
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Para mi la mejor herencia que me han dejado mis padres, son mis hermanos. ¡Qué gusto cuando nos reunimos todos a comer, cenar, cualquier excusa es buena! No tengo palabras para expresar lo bien que me han cuidado y acompañado durante este último año, sin ellos superarlo hubiera sido mucho más difícil.
ResponderEliminarLa semilla ya está plantada y la planta crecerá, mi hermana y yo con muchos mas años, seguimos hablando y contándonos muchas cosas, compartiendo historias y risas.
ResponderEliminarQuién tiene un hermano tiene un tesoro.
Precioso deseo que sólo una madre puede tener viendo a sus hijos.
ResponderEliminarQue gran deseo
ResponderEliminarFelicidades a esos once recién estrenados! Que tu deseo se cumpla
ResponderEliminarQue bonito..
ResponderEliminarQue bonito..
ResponderEliminarQue razón tienes Ana, me encanta cuando tienen esa complicidad que solo se tiene con un hermano. ...incluso cuando se pelean. ..un hermano es para toda la vida!
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