miércoles, 27 de junio de 2012
ya llegan
Su mirada se pierde y sus ojos, esos que no ven todo lo que deberían, se nublan ante la certeza: nada, por esa carretera no llega nadie. No se adivinan, ni de lejos ni de cerca.
Hace tiempo que les espera, la casa recogida, la mesa puesta. El olorcito del bizcocho de limón llega hasta aquí afuera pero ellos ... no llegan.
Ellos son así, jóvenes, despreocupados, con todo el tiempo por delante, con todo el tiempo que le falta a la abuela.
Y ella, ella es mayor, serena, pendiente de todo y de todos, siempre atenta.
Un ruido sonoro rompe la calma y allí están tan bulliciosos, como quien viene de fiesta.
La abuela sonríe, coge aire y se alegra: allí están sus niños, sus niños grandes dispuestos a llenar la casa, a darle brillo, a revolver cajones, a buscar secretos escondidos ... ¡a dejarlo todo fuera de su sitio!
Primer día del verano, primer día en casa de la abuela. Huele a bizcocho de limón y a comidita buena.
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Ha llegado ese olorcito rico hasta aquí...
ResponderEliminarUn beso.
Cómo me acuerdo yo de esos veranos en casa de mis abuelos, jugando en el patio trasero de la casa con las abarcas llenas de patatas y pimientos. Menudos mercados organizábamos con todos los primos; y luego mi abuela nos preparaba rosquillas (que no bizcocho) y bailaba con nosotros preparando el que sería el festival de final de verano.... Que maravillosos recuerdos...
ResponderEliminarAy... los veranos con mi abuela en el pueblo... qué recuerdos.
ResponderEliminarHoy tengo que escribir.
ResponderEliminarTengo sentimientos encontrados,el recuerdo de mi abuela en la torre con todos mis primos y la tristeza de saber que aunque la tengo cerca se ha ido lejos con sus recuerdos
Y sus bizcochos.
Ana como siempre precioso.
Hoy tengo que escribir.
ResponderEliminarTengo sentimientos encontrados,el recuerdo de mi abuela en la torre con todos mis primos y la tristeza de saber que aunque la tengo cerca se ha ido lejos con sus recuerdos
Y sus bizcochos.
Ana como siempre precioso.
Me has servido de inspiración.
ResponderEliminarAcabo de escribir mi entrada con los recuerdos que me trajo la tuya.
Besos
Estás hablando de mi madre, y de todas las yayas que no disfrutan de sus nietos con la frecuencia deseada. Mi madre prepara canelones, pero la casa huele a bienvenida.
ResponderEliminarA estas horas el bizcocho de limón habrá desaparecido pero me alegro de haber revivido en vosotros esas buenas sensaciones del olor a bienvenida, como dice Mercedes
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