Llega por la mañana y cuando abre la puerta siempre tiene una sensación extraña: parece que hay algo que se mueve entre las paredes de su fábrica. ¿Será que las letras no duermen, que hacen fiestas en su ausencia?
Prepara las planchas, compone las páginas y todas las máquinas se ponen en marcha y de sus manos salen las armas más poderosas que un pueblo puede empuñar: las palabras
Y, mientras las ve salir, todas juntas y ordenadas, no puede dejar de pensar en coger todas las letras y darles la vuelta y montar con ellas mensajes llenos de vida y de esperanza.
El fabricante de palabras está cansado de ver cómo desfilan mensajes tristes por sus páginas, y quiere volver a leer cosas bonitas y decide que hoy es su día y junta con cariño los moldes de letras olvidados y prepara una nueva impresión:
hoy ningún niño tendrá hambre
hoy nadie sabrá lo que es el odio
hoy he borrado del mundo el rencor
hoy todos seremos iguales
hoy nadie hablará de crisis
hoy solo viviremos porque es hoy
foto:Source: experimenta.es via Ana on Pinterest
Ojalá llegara un día que fuera hoy y durara para siempre.
ResponderEliminarCon el deseo y el apoyo a los fabricantes de palabras ! Que cunda el ejemplo
ResponderEliminar¿Cómo es posible que consigas que todo lo que escribes desprenda un halo de positivismo en estos tiempos tan "oscuros"?
ResponderEliminarMe encanta leerte Ana.
Un besazo
Ainsss, la verdad que menudo momento histórico nos toca vivir...
ResponderEliminarA un amigo de Yago le regalaron el otro día un estuche y faltaban un par de pinturas, a lo que Yago le dijo: no te preocupes, es que es la crisis!
La verdad es que siempre doy gracias por lo afortunada que soy, y me preocupa mucho que él también sepa apreciar lo que tiene y para que sea generoso con quien le pueda necesitar.
Por suerte tenemos a fabricantes de palabras como tú! Besitos!