La mira con la cara llena, con los ojos brillantes de quien ve como su obra se modela.
Su niña ya no es tan niña ... y ya no quiere jugar con muñecas.
La mira y se mezclan en sus ojos la alegría de verla crecer y la tristeza de saber que pronto será un poquito menos de ella.
La observa: tan dulce, tan fresca, con pendientes de cereza, con boca de fresa, con mirada inteligente, con todo un mundo en su cabeza.
La mira, con el alma henchida, con los ojos de madre que ve como crece su niña
Me encanta.....sobre todo "la tristeza de saber que pronto será un poquito menos de ella"....porque lo he sentido....Pero esto es la vida, no??
ResponderEliminarUn beso
Leire
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ResponderEliminarHuy, que reflejada me veo en esta entreda, como siempre preciosa
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