martes, 31 de enero de 2012

¡Socorro, esto es la guerra!

Este es el sentimiento que a veces me embarga cuando veo cuatro manos enzarzadas y cuatro piernas que asoman por no se sabe donde y se oyen voces ¡qué digo voces, auténticos gritos!. Son ellos, mis angelitos convertidos en guerreros ninja.
¿Por qué se pelean?. ¿Están defendiendo su espacio? ¿Reafirmando su personalidad? ¿Jugando?   ¡Ya quisiera yo tener una respuesta!
He llegado a la conclusión (bueno mas que una conclusión es una píldora calma nervios que me he inventado) de que la "disputa fraternal" diaria están dentro del menú de la familia y así sobrellevo el envite con más dignidad.
La otra conclusión  ¡la mejor! es que el conflicto suele ser mucho más breve de lo que amenaza y que para la reconciliación no hace falta una madre con elaborado discurso.  Ellos solitos se apañan

Si, ya se que hay hermanos que no se pelean nunca y que tampoco han tenido nunca un auténtico ataque de celos pero es que nosotros somos normales, normales ...


al oído:  Últimamente hay una frase que les paraliza: "si os tenéis que hacer daño, mejor donde no os vea o incluso: si hay sangre, ¡recogedla!).  Un poco de humor irónico, vaya.
Es curioso pero suelen parar, mirarme sorprendidos (algo así como "este no es el papel que debería jugar mi madre en esta historia"), y casi siempre terminan riendo.

3 comentarios:

  1. algunos pensamientos...
    - Después de la guerra, lo que viene es la PAZ
    - La mejor guerra es la lucha contra uno mismo, que es donde hay que vencer.
    - Siempre, lo importante, es ganar la última batalla. - Fundamental : ello solitos se apañan.

    ResponderEliminar
  2. me gusta el artículo, la foto bonita y buena.

    ResponderEliminar

gracias por participar!