miércoles, 25 de enero de 2012

mermelada dulce de naranja amarga

Querida B.

Cuando nos hemos encontrado estaba pensando en mi post de hoy. Cuando nos hemos despedido, tenía claro que sería para ti.

Que sepas que sí, que yo también soy una madre histérica que a veces no puede entender porque se ponen enfermos a la vez mis tres retoños justo el día que se estropea la lavadora, la tarjeta se ha quedado atascada en el cajero y hay un lío monumental en el trabajo. Ese es por supuesto el mismo día en que  llega tu maridito a casa (maridito, tranquilo, que a pesar de esto te quiero) y  te dice "Mujer no te pongas nerviosa, que no es para tanto"

Y que cuando nos hemos encontrado estaba paseando a mi niño en el carro para que se durmiera -si,  ya se que los manuales dicen que el niño tiene que dormir en la cuna y no en el carro pero una hace lo que puede- y me estaba animando a mi misma pensando que esta vida es como la mermelada de naranja amarga: una auténtica contradicción que nos gusta precisamente porque tiene algo de amargo que hace que el dulce sea más dulce.

.. Total que la vida como la mermelada, a disfrutarla mientras la comemos ;)  (pero sin abusar, que engorda)


2 comentarios:

  1. Ana me ha sorprendido tanto tu blog que no sé por dónde empezar. Sabes que soy una "fan" de tus escritos (envidia pura y dura) que siempre me encantan, pero este de la mermelada me ha parecido muy real, aunque como me dijo B. no imaginábamos que tú también eres una madre histérica, porque siempre transmites tranquilidad y sosiego.
    Manuela
    ¡¡Muy bueno tu blog!!, me voy a hacer seguidora creo que me servirá de terapia en los momentos de agobio y mucho más barato que el psicólogo.
    ¡¡Felicidades!!

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  2. Ja, ja, ya ves, ¡las apariencias engañan!
    Muchas gracias por el comentario:))

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