martes, 31 de enero de 2012

a la tercera va la vencida



Me mira con esos ojos dulces, ojos de madre preocupada por su dos pequeños, que no por ella.
Y me cuenta que por tercera vez la van a operar de ese maldito tumor que se empeña en volver a su cabeza.
No puedo evitar estremecerme ante su serenidad.
Estoy fuerte  -dice-  ¡y sonríe!
Me habla de los proyectos de su familia, de su actividad frenética, de sus ganas de aprovechar el tiempo y me devuelve una vez mas a esa realidad que tantas veces se nos olvida: la vida hay que atraparla a cada instante.
Nos despedimos y ni siquiera le deseo suerte  porque se que tendrá toda la del mundo.

Cuando ya se va, vuelve con elegancia su cabeza y casi grita  "¡A la tercera, va la vencida!".


4 comentarios:

  1. los pelos de punta tengo !!

    Que duros son estos momentos :(

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  2. Acabo de descubrir tu blog, me encantan tus relatos y este en concreto me estremece. Un saludo.

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  3. Muchas gracias Beatriz!. Es cierto que es estremecedor ¡pero nos tiene que servir para aprender a vivir mejor!

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gracias por participar!