Una mesa larga y una larga risa, unas pieles tostadas por el sol y unas gotas que todo lo iluminan.
Son pequeños y eso es lo que hace que sea tan larga la mesa, que sea tan larga la risa
Vasos de leche fría y bocatas de nocilla y, para que no se acabe el tiempo ... todos vuelan a por la siguiente zambullida
Y resbalan las gotas y las pieles brillan y mientras se esconden bajo el agua sus pequeñas cabecitas se oye una y otra vez el eco de sus risas
foto:Source: wondertime.go.com via Susan on Pinterest
Gracias por tus comentarios.
ResponderEliminarLa isla del tesoro, con diamantes en bruto que brillan y tintinean.
ResponderEliminarHas descrito una escena en la que me gustaría zambullirme ahora mismo.
Besos.
¡El deseado y querido verano de niños!. Gracias por volver aunque sea un ratito.
ResponderEliminarQué poco necesitan los niños para ser felices.
ResponderEliminarBesos
Oh que bien que hayas vuelto!!
ResponderEliminarMuy bonito, si. Muy de verano de los buenos, de los de los niños.
Gracias
Con que poco se les ilumina la cara.
ResponderEliminarBesos.
Mmmmmmmmm... ¿de qué me sonará?...todas las tardes me encanta vivir esa experiencia.
ResponderEliminarSaludos, Carmen
Haces de lo cotidiano arte. Gracias Ana
ResponderEliminarOjalá siempre disfrutáramos la vida como cuando éramos niños.
ResponderEliminarUn beso.
¿Hay algo mejor que eso?... No lo creo.
ResponderEliminarUn beso.
Qué recuerdos....
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