martes, 9 de abril de 2013
hoy no me caes bien
Se lo ha dicho una hija a su madre.
Claro que la hija es una niña-mujer en esa edad que no es territorio de nadie y la madre es una madre-mujer en esa edad en que es territorio de todos
A la hija le ha dolido decirlo (lo ha sabido en el mismísimo instante en que las palabras han salido de su boca) pero todavía tiene el orgullo adolescéntico por las nubes y le cuesta tener que dar un paso atrás.
A la madre le ha dolido escucharlo porque de repente han pasado por su cabeza mil y una situaciones de cariño, de esfuerzo, de satisfacción y de entrega. Porque no le ha parecido justo.
Pero, tras el disgusto, la hija y la madre serán lo que siempre han sido: las personas que más se quieren en el mundo aunque tengan como todos algún día un poco "torcido"
*A todas las madres con hijos en edades "complicadas" (a mi no me toca todavía :))
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Es que esos comentarios nos duelen tantisimo aunque en el fondo sepamos que no se dicen de verdad. Pero gracias por recordarnos que en el fondo fondo, nos quieren mas que a nada en el mundo. Animo a las de las edades complicadas!
ResponderEliminar¡Y cómo duelen esos comentarios! claro que si repasas en tu memoria recuerdas que en una época creíste que tu madre era sinónimo de enemigo. Con el paso del tiempo la madre llega a ser esa persona a la que acudes para contarle lo bueno y lo malo que te sucede. ¡Cuánto se la hecha de menos en la madurez!
ResponderEliminarUfff, que "miedo" de edad. A mí aún me quedan años para llegar pero cuando me acuerdo de mi adolescencia, ahora soy consciente del daño que a veces pude hacer a mis padres con mis palabras. Pero como dices, un día "torcido" lo tenemos todos.
ResponderEliminarUn besazo
Yo tengo asumido que estas cosas llegarán, vamos que están llegando… va en el carnet de madre. Están tan contentos, te adoran, te comen a besos y se dan media vuelta y has pasado a crisparles y no entenderles… una auténtica montaña rusa.
ResponderEliminarMenos mal, que se arrepienten y al rato vuelven para abrazarte y decirte que eres la mejor mamá del mundo.
Recuerdo, que mi primer pensamiento cuando tuve a mi hijo fue para mi madre. Y pensé: Que desagradecidos somos…
Dicen que a los hijos hay que cambiar de darles cariño y protección cuando son pequeños, a cariño y respeto en la adolescencia. Eso dice el manual, pero que difícil y que ejercicio de paciencia. Que la fuerza nos acompañe!
ResponderEliminarAy la adolescencia, qué mala es. Menos mal que acaba pasando, como todo.
ResponderEliminarUn besito.
Paciencia, mucha paciencia, es el único bálsamo que cura mis heridas en los envites de mis fieras adolescentes y buscar los momentos relajados para buscar el reencuentro. La última de esta mañana " Yo te lo cuento, pero no me hables" , la verdad es que a veces me paso de crítica y habrá que dejar que lo vean ellos.
ResponderEliminarBesotes.