Se que somos muchos y ruidosos y que no es fácil aquí encontrar tu sitio pero ... ¡nos dolería mucho perderte para siempre!
Imagino que a veces intentas hacerte un hueco entre las risas alborotadas de los mayores o el llanto desconsolado del pequeño, que intentas sentarte con nosotros en la mesa y al final, te das por vencido.
Quiero pensar que por la noche, cuando todos duermen, te sientes cómodo entre estas cuatro paredes y miras con cariño nuestras cosas, unas desperdigadas y otras, donde corresponde.
Hoy, te busco de nuevo. Y te llamo sin palabras para seguir tu juego.
¿Dónde estás preciado silencio?
Me encantan tus deseos, ayudan a vivir.
ResponderEliminarEl silencio tantas veces ansiado, no puede competir con el llanto del pequeño, las risas de los mayores…
ResponderEliminarHoy elijo el sonido, el ruido, la vida…
Saltibrincos
Cuantas veces le he buscado,,, sin embargo no soy capaz de estar a solas con él por mucho tiempo.
ResponderEliminarbesos y buen lunes
Ese silencio a veces tan traicionero y a veces tan necesario. Que bien escribes Anita¡¡¡
ResponderEliminarMUAKKKKK
Que descripción tan bonita para algo tan etéreo.
ResponderEliminarMe encanta como te expresas…
Un beso
Vir
Qué buena descripción. A mi me encanta el silencio de las mañanas del domingo cuando los demás duermen y yo "ando" por casa.
ResponderEliminarPrecioso, Luna. Muchos besos. Marta
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