elegante, fascinante

elegante, fascinante, con zapato plano y un vaquero, con la cara lavada, con una pinza recogiéndote el pelo

elegante, fascinante, con la sonrisa franca, con un niño en cada mano y dos mochilas colgando, con la jornada laboral terminada, con la lavadora puesta, con el coche cargado en el super cinco minutos antes de que salgan los niños de la escuela, con la cena en la cabeza, con la tarjeta en la mano comprando pantalones y rodilleras, con una mancha de chocolate decorando tu camisa, con un café robado al tiempo compartido con una amiga, con la agenda repleta de románticas citas  (revisión en el pediatra, tutoría, dentista ...)

elegante, fascinante, porque has cerrado esa revista "de moda" llena de tratamientos de belleza y de mujeres "perfectas"  y  has sonreído pensando ¡quién pudiera!, sin darte cuenta que, en realidad, estás a años luz de esas imágenes de cartón piedra.  

Elegante, fascinante, así es como te ves, por dentro y por fuera

*hoy tendría que hacer una dedicatoria larga, larga  ;)



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una frase

mami, ven a darme el beso de buenas noches ... aunque esté dormido


una frase puede a veces reconciliarte con el mundo :)








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nací para no trabajar

"nací para no trabajar ..."

me lo dices tan seria, con ese ligero halo de tristeza, con la mirada profunda de tus ojos color miel y  no necesito que me cuentes más, solo con tu gesto puedo imaginarte ...

naciste para levantarte pronto y despertar a tus hijos con una enorme sonrisa y tumbarte sobre su cama para darles los buenos días

naciste para hacer bizcocho casero y darle vueltas al nesquick mientras escuchas sus batallitas, para llevarles al colegio y estrujarles y darles el último beso, para mirarles mientras se pierden en el pasillo.

naciste para llevarles a comer a casa y disfrutar de un yogur a medias compartiendo cuchara, para hacer coletas, para revolverles el pelo y hacerles una caricia en sus lindas caras, para elegir su ropa, para contemplarles de cerca y de lejos, para no perderte ni una sonrisa, ni un llanto, ni una mirada

naciste para verles saltar y reír, para saltar y reír con ellos, para darles la merienda, para acostarles y leerles un laaaargo cuento

y, como la vida no siempre es tan redonda como nuestros sueños, además  de hacer todo esto, tienes que trabajar  y abrir tu tienda cada mañana y estirar las horas de trabajo mientras ellos están en el colegio y correr y correr y seguir corriendo ...

naciste para no trabajar y con esa frase querías decir que tienes muy claro qué es para tí lo primero ...

fin de la primera parte

Fin de la primera parte.

Descanso  merecido y tiempo para mirar atrás: al primer momento cuando la noticia cayó  como una losa, cuando todo se hizo negro y, por un instante,   pareció que no habría mañana.

No tuviste más remedio que coger aire y respirar hondo y revestirte de esa serenidad que siempre te ha caracterizado.

Y miraste a los ojos de los que tanto quieres y te rompiste de dolor pensando en cuánto les dolería a todos.  ¡Así sois las buenas personas …!

Ha sido un tiempo duro para los que te rodean, extremo para ti (éso solo tú lo sabes) pero nos has dejado vivirlo compartiendo tu ánimo, tu  optimismo, tu sinceridad, tu coraje y hoy …hemos terminado una fase. Sé que siempre has pensado en lo que los demás sufrían pero quizás no eras consciente de cuánto hemos aprendido contigo y, a veces, las lecciones son así, caras, muy caras pero ¡tan valiosas!

La química, como te gusta llamarla,  ha hecho sus efectos:  los buenos, mandando lejos a ese bicho que decidió venir a visitarte; los malos, con el ataque directo a tu cuerpo y con alguna secuelas que aún tendrás que aguantar algún tiempo.

La familia, los amigos, los “tantos y tantos” que han estado contigo te han dado la otra parte,  la consecuencia “buena” de este capítulo que se acaba: los mimos, el cariño, las sorpresas (desayunos  hospitalarios incluidos), las visitas inesperadas, los kilómetros recorridos para venir a verte,  las horas de acompañamiento, los cafés,  los mojitos, las risas, las lágrimas … y los silencios.

No hay ninguna experiencia en vano y ésta, tampoco lo ha sido.

Fin de la primera parte.  Guarda en la mochila las inquietudes y las incertidumbres y saca tiempo para ir  poco a poco cumpliendo esa lista de deseos que guardas desde hace meses en un precioso cuaderno.

Hoy, después de la última sesión, cierra por  un momento este libro, permítete unas lágrimas y coge impulso de nuevo. Quedan más  partes, más capítulos,  pero ten por seguro que seguiremos leyéndolos contigo.

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la vuelta

la vuelta huele a forro de libros y a fruta cortada para empezar la mañana

a casa y a calle recién puesta, a las primeras tiendas que se abren, a viaje que se acaba y a otro nuevo que comienza

a caos por ordenar, a mil y una actividades  ¡que casi no caben en la agenda!

la vuelta huele a nostalgia y deseo, a recuerdos y proyectos, 

a página blanca que iremos llenando de nuevos "cuentos"

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